Cómo actualizar drivers en Windows 10: guía paso a paso

Los controladores o drivers son componentes esenciales que permiten al sistema operativo comunicarse con el hardware de tu computadora. Cuando estos están desactualizados, pueden surgir problemas de rendimiento, errores inesperados o incluso fallos en dispositivos como tarjetas gráficas, impresoras o placas de red. Actualizar los drivers en Windows 10 no solo mejora la estabilidad del sistema, sino que también garantiza que aproveches al máximo las funcionalidades de tus dispositivos. A continuación, te explicamos las causas comunes que llevan a necesitar una actualización, cómo solucionarlo y por qué es importante mantenerlos al día.

1. Fallos de compatibilidad tras una actualización de Windows

   Cada vez que Microsoft lanza una nueva versión de Windows 10, es posible que algunos controladores antiguos dejen de funcionar correctamente. Esto ocurre porque el sistema operativo evoluciona, y los fabricantes de hardware deben adaptar sus drivers para mantener la compatibilidad. Si notas que un dispositivo falla después de una actualización de Windows, es probable que necesites instalar una versión más reciente del driver.

2. Bajo rendimiento o errores en dispositivos

   Un driver desactualizado puede limitar el rendimiento de componentes críticos, como la tarjeta gráfica o el disco duro. Por ejemplo, en videojuegos o software de diseño, un driver obsoleto podría causar lentitud, pantallazos azules o cierres inesperados.

3. Problemas de seguridad

   Los drivers antiguos a veces contienen vulnerabilidades que los ciberdelincuentes pueden explotar. Los fabricantes suelen lanzar actualizaciones para corregir estos fallos, por lo que ignorarlas pone en riesgo la integridad de tu sistema.

4. Instalación de nuevo hardware

   Si has conectado un dispositivo nuevo a tu PC (como una cámara web o un teclado especializado), es probable que Windows 10 no reconozca automáticamente todos sus funciones. En estos casos, instalar el driver específico del fabricante es indispensable.

1. Haz clic derecho en el botón Inicio y selecciona Administrador de dispositivos.
2. En la lista desplegable, busca el dispositivo cuyo driver quieres actualizar (por ejemplo, Adaptadores de pantalla para la tarjeta gráfica).
3. Haz clic derecho sobre el dispositivo y elige Actualizar controlador.
4. Selecciona Buscar automáticamente controladores actualizados. Si Windows encuentra una versión nueva, la instalará automáticamente.

Si el Administrador de dispositivos no encuentra actualizaciones, visita la página web del fabricante del hardware (como NVIDIA, Intel, HP, etc.).

1. Identifica el modelo exacto de tu dispositivo (puedes verlo en el Administrador de dispositivos o en la etiqueta física del producto).
2. Busca la sección Soporte o Descargas en el sitio web.
3. Descarga el driver compatible con Windows 10 y ejecuta el archivo .exe para instalarlo.

Microsoft incluye actualizaciones de drivers en sus paquetes de seguridad mensuales.

1. Ve a Configuración > Actualización y seguridad > Windows Update.
2. Haz clic en Buscar actualizaciones.
3. Si hay drivers disponibles, se instalarán automáticamente.

Existen programas como Driver Booster o Snappy Driver Installer que escanean tu sistema y detectan drivers desactualizados. Sin embargo, úsalos con precaución: descarga solo herramientas de confianza para evitar malware.

Si tras actualizar surge un problema, puedes volver a la versión anterior:

1. Abre el Administrador de dispositivos, haz clic derecho en el dispositivo y elige Propiedades.
2. Ve a la pestaña Controlador y selecciona Revertir controlador.

Mantener los drivers actualizados en Windows 10 es una tarea sencilla pero crucial para el buen funcionamiento de tu equipo. Los problemas de compatibilidad, seguridad o rendimiento suelen resolverse con unos pocos clics, ya sea mediante herramientas integradas como el Administrador de dispositivos o recurriendo a los recursos oficiales de los fabricantes.

Recuerda que, ante cualquier fallo persistente, restaurar una versión estable del driver puede evitar dolores de cabeza. Finalmente, adopta el hábito de revisar periódicamente las actualizaciones: tu computadora no solo será más rápida, sino también más segura. Invertir unos minutos en este mantenimiento te ahorrará horas de frustración en el futuro. ¡Tu Windows 10 lo agradecerá!